La ex ESMA, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

Sep 27, 2023

Por Por Flavia Fernández Brozzi y Federico Geller

El Museo Sitio EX ESMA fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO durante la 45° sesión del Comité de Patrimonio Mundial.
De este modo el Museo Sitio pasa a integrar la lista que contempla lugares con un “valor universal excepcional” que pertenecen al patrimonio común de la humanidad, de acuerdo a lo establecido por la Convención del Patrimonio Mundial de 1972. La misma ha sido ratificada por 194 países que forman parte de una comunidad internacional unida en la misión conjunta de identificar y proteger el patrimonio natural y cultural más importante de nuestro planeta. Se establece que el Museo Sitio de Memoria ESMA – Ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio está asociado y es representativo de la represión ilegal llevada a cabo y coordinada por las dictaduras de América Latina en los años 1970 y 1980 sobre la base de la desaparición forzada de personas.

Esta declaración implica un reconocimiento a los años de lucha de los organismos de Derechos Humanos: Madres, Abuelas, HIJOS, sobrevivientes y familiares; e implica también un reconocimiento al proceso de Memoria, Verdad y Justicia que lleva adelante nuestro país desde la anulación de las leyes de impunidad en el año 2003. La noticia de que el sitio de la ex ESMA ha sido incorporado al patrimonio de la humanidad de la UNESCO tendría impacto en cualquier momento de nuestra historia presente, en cualquier coyuntura. Tal es la centralidad que tiene este espacio en la vida política y cultural de nuestro país.

Su proyección alcanza a toda la región que fue azotada por el plan Cóndor y a todos los países del mundo en los que la lucha por condiciones más dignas de vida ha sido reprimida por quienes concentran el poder económico, militar e institucional. El siglo XX fue el marco de genocidios de distinto signo y cada uno tiene singularidades que hacen a la historia de cada territorio. Pero el caso argentino forma parte del modo concreto en el que el capital concentrado respondió a las luchas obreras, recurriendo al exterminio y al disciplinamiento de quienes luchaban en las fábricas y de quienes se organizaban políticamente para la transformación de una sociedad de trabajadores explotados en una sociedad donde el esfuerzo y los frutos del trabajo fueran socializados, organizados racionalmente en beneficio de todxs.

Por esa razón, su historia concreta y su geografía está ligada en forma inmediata al despliegue de la Guerra Fría en Sudamérica y genealógica y culturalmente a los crímenes nazis ocurridos tres décadas antes. El hecho de que la noticia llegue en esta coyuntura específica, a cuatro semanas de las elecciones, marca un luminoso contraste entre este reconocimiento mundial a nuestro proceso de Memoria, Verdad y Justicia y los trasnochados anhelos de poder de un sector genocida remanente. A través de Javier Milei, Victoria Villarruel o Patricia Bullrich, quienes han sido condenados, individual y colectivamente huelen la oportunidad de aprovechar el momento crítico que vivimos para volver a tomar las riendas de las instituciones estatales y desandar las políticas públicas en derechos humanos.









El reconocimiento de la UNESCO ayuda a poner las cosas en su lugar. No hubo dos terrorismos, no hay teoría de los dos demonios que sea válida. La dictadura cívico-militar puso todo el aparato represivo estatal a disposición del exterminio de una gran parte de la población. Un estado de facto que secuestró, torturó, violó, robó bebes y desapareció y asesinó a miles de compañeras y compañeros que pasaron por el ex CCDTyE “ESMA”.