En el marco del ciclo de entrevistas que realizamos con el objetivo de (re)pensar el concepto de libertad, entrevistamos a Karina Batthyány, Directora Ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
- América Latina atraviesa un momento de grandes transformaciones, marcando retrocesos en cuestiones claves como la justicia social, la democracia y los derechos humanos. En los últimos años, hemos visto la continuidad de proyectos como el PT con Lula o el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo pero sobre todo el fortalecimiento de idearios conservadores, liberales e incluso neo fascistas. ¿Cómo ve el presente de la región en términos de las agendas políticas y sociales, y en particular, ¿cuáles considera que son los temas y enfoques que deben tomar las instituciones del conocimiento Latinoamérica fortalecer la democracia y la justicia social?
En los últimos dos años, la región latinoamericana y caribeña está inmersa en una realidad muy volátil, de avances y retrocesos si hablamos de democracia y libertades públicas. La actual coyuntura está marcada por avances significativos en algunas esferas, como el retorno del Partido de los Trabajadores con Lula en Brasil y los triunfos de Gustavo Petro en Colombia, de Claudia Sheinbaum en México y del Frente Amplio en Uruguay, entre otras, pero también por el fortalecimiento de discursos y políticas conservadoras, autoritarias, regresivas y de ultraderecha. Este panorama expresa una disputa por el sentido y el rumbo político y social de la región. En este contexto, las instituciones de conocimiento, como las universidades y los centros de investigación, pero también los movimientos sociales y colectivos que producen en lo cotidiano saberes y prácticas transformadoras, están llamados a asumir un lugar protagónico en la defensa de una verdadera democracia, con más intensidad, plena e integral y de la una sociedad con más justicia social. Esto implica articular agendas que prioricen la lucha contra las desigualdades sociales entramadas, la protección de los derechos humanos, del ambiente y por la promoción de modelos de desarrollo sustentables e inclusivos que integren las perspectivas de género y diversidades, con concepciones paritarias y antirracistas. Debemos apostar por enfoques inter y transdisciplinarios que promuevan el diálogo entre el conocimiento académico, los saberes populares y ancestrales y las políticas públicas. Además, es esencial reforzar las alianzas internacionales para construir una narrativa contrahegemónica que enfrente las tendencias autoritarias y conservadoras.
- En el imaginario colectivo de muchos países de la región, la libertad ha sido históricamente entendida en términos de derechos sociales, civiles y políticos, pero en tiempos recientes la concepción de la libertad parece estar en discusión, especialmente en medio de la polarización política y la apropiación del término desde la derecha. Desde su perspectiva, ¿Cómo analizaría la apropiación del concepto de la libertad por parte de los sectores conservadores en este momento de América Latina?, en particular, ¿cuáles son los desafíos que esta apropiación le presenta al pensamiento latinoamericano?
El concepto de libertad, históricamente asociado en nuestra región a los derechos sociales, civiles y políticos y a las luchas por construir sociedades menos opresivas y más libres, ha sido resignificado por sectores conservadores y autoritarios, quienes lo han reducido a una noción de libertad individual desvinculada de las responsabilidades colectivas y los espacios comunes. Esta estrategia busca deslegitimar las políticas redistributivas y el rol del Estado como garante de derechos, promoviendo una lógica de mercado que exacerba las desigualdades y es sumamente excluyente, disolvente de lo público y lo colectivo y fuertemente competitivo, desalentando las dinámicas de colaboración social. Desde el pensamiento crítico latinoamericano y caribeño, el momento actual nos desafía a disputar el significado de la libertad desde su dimensión emancipadora y constructora de sociedades donde sea posible una convivencia sin exclusiones. La verdadera libertad no puede existir sin justicia social y sin igualdad; debe ser colectiva, vinculada al acceso a la salud, la educación, el trabajo digno y la participación democrática. La sociedad que queremos construir es la del reino de la libertad, sin opresiones, persecuciones, hostigamientos ni censuras. Las instituciones académicas tienen la responsabilidad de deconstruir estas narrativas conservadoras y generar análisis críticos que expongan las contradicciones y los efectos excluyentes de estas apropiaciones del término libertad, que la distorsionan y reducen a un artilugio de salvación individual.
- Históricamente en América Latina la libertad estuvo vinculada a las peleas por la independencia y más tarde a las luchas por la liberación. ¿Cómo se expresa esta tradición en la actualidad en el campo de las ideas y el pensamiento de nuestro continente?
La lucha por la libertad en América Latina y el Caribe tiene raíces profundas en las gestas independentistas y en las luchas de liberación que marcaron los siglos XIX y XX. También el pensamiento anarquista y libertario de comienzos del siglo pasado. Esta tradición, hoy, se reconfigura en un contexto de resistencia frente al neoliberalismo, los autoritarismos y las nuevas formas de colonización y de dependencia. En el campo de las ideas, la tradición emancipadora se manifiesta en corrientes como el feminismo decolonial, los movimientos indígenas y afrodescendientes, y las propuestas ecosocialistas, que cuestionan no solo la explotación capitalista, sino también las relaciones de poder coloniales y patriarcales. Este acervo de pensamiento nos invita a repensar la libertad en términos de autonomía colectiva, soberanía popular, respeto por las diversidades y construcción de espacios colectivos en los que la libertad pueda desplegarse plenamente.
- CLACSO, como una de las instituciones académicas más importantes de América Latina, ha jugado un papel clave en la defensa de los derechos humanos, la democracia y la justicia social en la región. Ante los desafíos de autoritarismo, violencia y exclusión, ¿cómo evalúa la acción de CLACSO en la lucha por la defensa de los derechos humanos en América Latina? ¿Qué proyectos o iniciativas están impulsando para contribuir a la consolidación de procesos democráticos inclusivos y sostenibles en los países de la región?
El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales ha sido un actor clave en la región desde su fundación en 1967, promoviendo el conocimiento crítico y las redes de colaboración entre investigadores, movimientos sociales y tomadores de decisiones públicas. Frente a los desafíos actuales, nuestras acciones se centran en fortalecer las democracias desde una perspectiva inclusiva, plural, integral y participativa. Estamos impulsando iniciativas como el Observatorio de Democracias en América Latina, que analiza el estado de las instituciones democráticas y promueve políticas públicas para su fortalecimiento. Además, trabajamos en el acompañamiento de procesos de construcción de paz y justicia transicional, especialmente en contextos de violencia y exclusión. También, desde junio de 2022, llevamos a cabo el proyecto de Plataformas de Diálogo Social que busca lograr la producción de conocimiento basado en evidencia, crítico, situado y con alta incidencia en la definición de políticas, la formación de opinión pública y la transformación positiva de las condiciones de vida de las poblaciones más empobrecidas, oprimidas y discriminadas.
Las Plataformas de Diálogo Social consisten en un espacio de trabajo colaborativo y multiactoral implementado para promover los intercambios, incidir en temáticas sociales prioritarias y contribuir a la construcción de agendas regionales comunes que tengan un impacto demostrable en la mejora de la calidad de vida de los sectores más postergados de la sociedad. En la actualidad, hay 8 temas prioritarios en el desarrollo de las Plataformas de Diálogo Social por parte de CLACSO: Desigualdades y pobreza en América Latina y el Caribe; Democracia, derechos humanos y paz; Movimientos sociales y activismo en América Latina y el Caribe; Derechos, violencias e igualdad de género; Ambiente, cambio climático y desarrollo social; Migraciones y movilidad humana; Reconfiguraciones del trabajo en el mundo actual y Derecho a la educación, políticas públicas y alternativas pedagógicas. En términos de derechos humanos, CLACSO promueve proyectos de investigación y formación que visibilizan las violaciones a estos derechos y proponen alternativas para su garantía. Apostamos por una articulación entre el conocimiento académico y la acción social como herramienta para construir una región más justa, democrática y solidaria.