“Ellos simplemente se anidan en los errores, rencores, envidias de lo pasado. Nosotros somos el futuro, somos la esperanza”
El 27 de mayo de 2016 en un multitudinario acto lanzamos la Fundación Germán Abdala con el debate sobre la restauración conservadora en América Latina. Álvaro García Linera, en ese entonces vicepresidente de Bolivia, nos acercó reflexiones desde una mirada crítica acerca de los errores y contradicciones de nuestros procesos revolucionarios.
Sus palabras siguen dialogando con nuestra búsqueda de reconstruir la patria grande: “La primera oleada está viviendo un repliegue. Serán semanas, meses, años. No sabemos, pero está claro que como se trata de un proceso, habrá una segunda oleada, y lo que tenemos que hacer es prepararnos. Debatir qué cosas hicimos mal en la primera oleada: en qué fallamos, dónde cometimos errores, qué nos faltó hacer. Para que cuando se dé la segunda oleada, más pronto que tarde, los procesos revolucionarios continentales puedan llegar mucho más allá, mucho más arriba, que lo que lo hicieron en la primera oleada”.
En su disertación nos plantea cinco debilidades de los gobiernos progresistas en América Latina:
1- Poca importancia por la economía.
2- Redistribución de riqueza (nuevas clases medias) sin politización social.
3- Débil reforma moral.
4- Continuidad del liderazgo en regímenes democráticos.
5- Deficiencias en la integración económica continental.
Los triunfos electorales de Luis Arce Catacora y de Alberto Fernández dan cuenta de algunos aciertos, como la apuesta a la amplitud en la representación, la intención de construir gobiernos de unidad nacional y el desafío de construir nuevos liderazgos. ¿Habremos superado algunas de las debilidades de la primera oleada?
En nuestra acción cotidiana, la reivindicación de los aprendizajes y la lealtad con los procesos populares estará la respuesta. Siempre será caer y levantarse.