El posicionamiento internacional
El principal organismo rector a nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), habla de la jornada laboral en el mundo cuando dice en el informe de su Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, “Trabajar para un futuro más prometedor”, y remarca que “son demasiados los trabajadores que siguen trabajando horas excesivas”. También señala que “limitar y reducir el número máximo de horas de trabajo (…) sigue siendo un importante objetivo político”.
Un gran número de mujeres debe hacer esfuerzos descomunales para conciliar la vida profesional con las demandas de cuidados en sus hogares y muchos trabajadores y trabajadoras se ven obligados a la realización de jornadas extenuantes, porque sus familias caerían en la pobreza o indigencia si redujeran sus horas de trabajo.
En el polo opuesto, señala la OIT, hay millones de trabajadores que trabajan menos horas de las necesarias para un ingreso adecuado. A partir de este cuadro, el organismo señala que resulta vital avanzar en una mayor soberanía sobre el tiempo por parte de trabajadores y trabajadoras, terminando con las jornadas excesivas y ofreciendo empleos de tiempo completo y con derechos a quienes hoy lo demandan.

Los beneficios de la reducción de la jornada laboral en el mundo
La reducción de la jornada sin reducción de ingresos puede permitir, siempre atendiendo a las realidades específicas del país y la actividad económica respectiva, generar nuevos empleos de calidad, al tiempo que reducir accidentes de trabajo y riesgos psicosociales, favorecer una mayor conciliación entre trabajo y actividades de cuidado, la cultura, el ocio y la formación, además de reducir la huella de carbono colaborando en las estrategias de mitigación del cambio climático.
En muchos casos, esto se puede lograr juntamente con aumentos de la productividad por innovación tecnológica o reorganizaciones más eficientes del proceso de trabajo, objetivos para los cuales se debe contemplar la asistencia y promoción por parte del Estado, sobre todo a pequeñas y medianas empresas.
Las nuevas tecnologías y las transformaciones en la organización del trabajo nos plantean en este plano nuevos desafíos. El trabajo remoto y en contextos flexibles, puede ser muy valorado por los trabajadores en ciertas circunstancias, pero tienden a difuminar los límites entre trabajo, descanso y la vida personal, y pueden contribuir a ampliar las horas de trabajo. En la era digital, debemos encontrar nuevos medios para aplicar de forma eficaz a nivel nacional determinados límites máximos de las horas de trabajo, por ejemplo, estableciendo el derecho a la desconexión digital.