Durante 2023 finalmente la discusión parlamentaria acerca de la reducción de la jornada laboral en nuestro país finalmente se pone sobre la mesa con insistencia y varios actores poniéndole voz.
Aquí desarrollaremos algunos de los debates principales que se vienen sosteniendo, teniendo en cuenta que sigue desarrollándose una gran cantidad de discusiones al respecto.
En las primeras jornadas en la comisión Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, personas de relevancia como la Ministra de Trabajo de la Nación, fueron parte importante de la circulación de ideas.
El principal organismo rector a nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), habla de la jornada laboral en el mundo cuando dice en el informe de su Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, “Trabajar para un futuro más prometedor”, y remarca que “son demasiados los trabajadores que siguen trabajando horas excesivas”. También señala que “limitar y reducir el número máximo de horas de trabajo (…) sigue siendo un importante objetivo político”.
Un gran número de mujeres debe hacer esfuerzos descomunales para conciliar la vida profesional con las demandas de cuidados en sus hogares y muchos trabajadores y trabajadoras se ven obligados a la realización de jornadas extenuantes, porque sus familias caerían en la pobreza o indigencia si redujeran sus horas de trabajo.
En el polo opuesto, señala la OIT, hay millones de trabajadores que trabajan menos horas de las necesarias para un ingreso adecuado. A partir de este cuadro, el organismo señala que resulta vital avanzar en una mayor soberanía sobre el tiempo por parte de trabajadores y trabajadoras, terminando con las jornadas excesivas y ofreciendo empleos de tiempo completo y con derechos a quienes hoy lo demandan.
Los beneficios de la reducción de la jornada laboral en el mundo
La reducción de la jornada sin reducción de ingresos puede permitir, siempre atendiendo a las realidades específicas del país y la actividad económica respectiva, generar nuevos empleos de calidad, al tiempo que reducir accidentes de trabajo y riesgos psicosociales, favorecer una mayor conciliación entre trabajo y actividades de cuidado, la cultura, el ocio y la formación, además de reducir la huella de carbono colaborando en las estrategias de mitigación del cambio climático.
En muchos casos, esto se puede lograr juntamente con aumentos de la productividad por innovación tecnológica o reorganizaciones más eficientes del proceso de trabajo, objetivos para los cuales se debe contemplar la asistencia y promoción por parte del Estado, sobre todo a pequeñas y medianas empresas.
Las nuevas tecnologías y las transformaciones en la organización del trabajo nos plantean en este plano nuevos desafíos. El trabajo remoto y en contextos flexibles, puede ser muy valorado por los trabajadores en ciertas circunstancias, pero tienden a difuminar los límites entre trabajo, descanso y la vida personal, y pueden contribuir a ampliar las horas de trabajo. En la era digital, debemos encontrar nuevos medios para aplicar de forma eficaz a nivel nacional determinados límites máximos de las horas de trabajo, por ejemplo, estableciendo el derecho a la desconexión digital.
En términos generales y simplificando, las experiencias de reducción de la jornada laboral en el mundo que se vienen desarrollando en los últimos años, asumen tres formas paradigmáticas: modificaciones en la legislación nacional que regula la duración de la jornada, acuerdos alcanzados a nivel sectorial o particular entre empresarios y representaciones de los trabajadores y, por último, experiencias piloto que han sido llevadas adelante por iniciativas de determinadas empresas, en ocasiones con el impulso y asistencia de ONGs especializadas en la temática.
A continuación, una enumeración no exhaustiva de algunas experiencias:
España
Puso en marcha en abril de 2023 una experiencia piloto para la implementación de los 4 días y 32 horas semanales con la que se aspira a llegar a más de 200 establecimientos que se sumarían voluntariamente a la iniciativa gubernamental, aunque las postulaciones son por ahora 41.
Las empresas reciben apoyo financiero por parte del Estado y sobre la base de los resultados de esta prueba se evaluará la posibilidad de extender la experiencia. También en España se desarrollaron experiencias muy importantes a nivel regional o de empresas.
La ciudad de Valencia realizó una prueba de semana laboral de 4 días durante abril de 2023, buscando evaluar el impacto no sólo a nivel de condiciones de trabajo, productividad y salud laboral, sino también en la mitigación del cambio climático.
Jornadas sobre la Semana laboral de 4 días (Four Day Week), en la ciudad de Valencia, España, en mayo de 2022. Imagen de Francesc Fort – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0.
Experiencias de jornada laboral reducida en Latinoamérica
En la región, Colombia comenzó en julio de 2023 con la implementación de la Ley 2101 de 2021 que contempla la reducción gradual de la jornada laboral de las 48 horas semanales actuales a las 42 horas en 2016. A partir de julio de este año la jornada máxima es de 47 horas semanales.
Chile. En abril de este año se aprobó la ley que reduce de 45 a 40 horas semanales el máximo legal en el país vecino. También en este caso la implementación será gradual: a un año de aprobada la norma, el nuevo techo será de 44 horas semanales, tres años después la reducción llegará a las 42 hora y 5 años después (es decir, en 2028) se contempla la vigencia definitiva de las 40 horas.
México. Se encuentra en tratamiento en la Cámara de Diputados una reforma constitucional para reducir de 48 a 40 horas semanales la extensión de la jornada de trabajo. Este proyecto tiene dictamen favorable de las comisiones y no se descarta que pueda ser elevado al Senado antes de fin de 2023 para su aprobación.
América Latina. La multinacional de origen japonesa Ricoh realizó una prueba pilota de semana de cuatro días para todas sus filiales latinoamericanas por dos meses durante el año 2022.
Experiencias de jornada laboral reducida en Europa
Islandia. Dos ensayos realizados entre 2015 y 2019 entre trabajadores públicos nacionales y de la ciudad de Reikiavik fueron considerados exitosos al llevar la semana laboral de 40 a 35 y 36 horas, distribuidas en cuatro días. La experiencia se llevó adelante sin reducción salarial y se constató que la productividad mejoró al igual que la salud física y mental de trabajadores y trabajadoras. Entre 2019 y 2021 esta experiencia se generalizó, alcanzando al 86% de los trabajadores islandeses, que en su mayoría acordaron sus condiciones de aplicación por sector.
El caso de Francia es emblemático para el debate contemporáneo en estos temas. Entre 1998 y 2000 el gobierno de este país decidió reducir la jornada laboral de 39 a 35 horas semanales y complementar la medida con una extensión relativa de días de descanso (incluyendo, entre otras, 5 semanas de vacaciones pagas).
La reducción se implementó en dos etapas, conocidas como Aubry I y II (en referencia a la Ministra de Trabajo de la época). Primero fue voluntaria y luego obligatoria para las empresas de mayor tamaño relativo. La reducción de la jornada estuvo acompañada por reducción de las cargas patronales y una flexibilización de las negociaciones por empresa. La contabilización de las horas se estableció anualmente, lo cual le permitió a las empresas reducir horas extras en momentos de baja actividad.
Al mismo tiempo, las negociaciones parciales, fueron utilizadas por las asociaciones patronales para reducir el impacto efectivo de la reducción de la jornada, por lo cual los especialistas divergen en el impacto real de las leyes Aubry. Aun así, los cálculos menos optimistas señalan que se crearon 350.000 puestos de trabajo, -en tanto que otros hablan de hasta 700.000-, y Francia es hoy uno de los países con menor jornada de trabajo de la Unión Europea.
Finlandia. En 2020 la PM Sanna Marin planteó la necesidad de avanzar en el debate sobre la reducción de la jornada a 6 horas. La iniciativa hasta ahora no pudo concretarse
Suecia. En 2016 la ciudad de Gotemburgo llevó a cabo una prueba por la cual se redujo de 8 a 6 horas diarias la jornada de médicos y enfermaros que cumplían tareas en hogares de ancianos y otras instituciones que alojan pacientes que demandas cuidados especiales. Los informes posteriores fueron muy promisorios respecto de la reducción de las licencias por enfermedad, el ausentismo y la satisfacción por parte de trabajadores y pacientes.
Bélgica. En 2022 se aprobó un proyecto de reforma laboral que reduce la semana a cuatro días de manera optativa, a partir de un acuerdo entre empleado y empleador, y sin reducción de las horas totales trabajadas, por la cual esta iniciativa ha sido objeto de muchas críticas.
En Italia, el principal banco privado, Intesa Sanpaolo, implementó la posibilidad de optar por una modalidad similar, sin reducción de la carga horaria total.
Una experiencia en Japón para concientizar sobre el karoshi
En 2019 Microsoft Japón probó durante un mes la semana de 4 días sin reducción de salarios, obteniendo, según informó la propia empresa, resultados muy positivos en términos de productividad y ventas. Se trató de una iniciativa particular destinada a concientizar sobre el llamado “karoshi” o “muerte por exceso de trabajo”, un flagelo que azota la fuerza laboral nipona.
Experiencias de jornada laboral reducida según 4 Day Week Global
Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos y Canadá. La organización sin fines de lucro 4 Day Week Global, el grupo de reflexión Autonomy, junto con investigadores de las universidades de Cambridge, Oxford y Boston College vienen desarrollando una prueba piloto de semana laboral de 4 días a la que empresas de distintas regiones del globo adhieren voluntariamente.
En Reino Unido, 70 empresas que reúnen a 3.000 empleados culminaron una exitosa prueba de semana laboral de 4 días en enero de 2023.
Si miramos el caso de Nueva Zelanda, podemos observar que la empresa Perpetual Guardian, luego de experimentar con la misma iniciativa estableció definitivamente los 4 días de trabajo por tres de descanso en 2018. En ese país y en Australia otras 9 empresas iniciaron la misma experiencia.
La misma prueba piloto fue desarrollada durante 2022 y 2023 en 35 empresas de Estados Unidos y Canadá. Ninguna de las inscriptas volvió a la semana de 5 días luego de concluido el ensayo. Esta misma iniciativa global ha realizado o está próxima a realizar experimentos también en Alemania, Portugal y Brasil.