Por Paula Donadío, Sol Montero y Emiliano Bisaro
La irrupción de la Libertad Avanza en la gestión del Estado encarna una novedad cualitativa: ya no se trara de un problema ni de la velocidad con la que se «ajusta» la estructura estatal, ni del tamaño proporcional del Estado ni de su orientación: se trata lisa y llanamente de su desmantelamiento. Pero, entre tanto, el gobierno de Javier Milei le está dando una forma a la estructura de la gestión pública – así, en gerundio, porque parece algo que va a estar sucediendo todo el tiempo – caracterizada, claro, por el ajuste y los despidos masivos pero también por la improvisación, por acciones erráticas, idas y vueltas y también por el uso de la restructuración como una forma a cielo abierto de resolver disputas internas, que premian y castigan sectores del propio espacio político del presidente con cargos en el Estado según el resultado de la reyerta de ocasión. Lo que sigue es un intento de caracterizar estos primeros meses de gestión de la estrucutra del Estado por parte de la administración mileista y de ensayar, al menos provisoriamente, un diseño de su organigrama de funcionamiento. Detrás de los despidos. Notas provisorias sobre Milei y la APN. Descargá acá el documento. Descargá acá el informe completo.